viernes, marzo 29

El ejemplo de Javier Darío Restrepo

Entre Periodistas

Andrés A. Solis

 

En muchas conversaciones entre colegas periodistas he escuchado comentarios como “ese periodista no es ético”, “esos periodistas vendidos sin ética” y hasta frases de “esos periodistas antiéticos”.

Todas estas son afirmaciones lejanas de la realidad, porque la ética es parte de la condición humana, es una forma en cómo vemos nuestro mundo y actuamos dentro de el.

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española dice que es la parte de la filosofía que nos ayuda a diferenciar lo bueno de lo malo, aunque como eso es muy complicado, yo prefiero pensar que la ética nos debe ayudar a distinguir lo correcto de lo incorrecto, aquello que nuestras acciones no causen un daño deliberado o inconsciente a otras personas.

Hablar de ética es difícil y más con tan poco espacio, pero lo que quiero aclarar de una manera un tanto burda es que todas las personas tenemos principios y valores éticos.

Y cuando compartimos esos principios y valores con personas con quienes además compartimos una profesión, entonces hablamos de la deontología.

Por eso existe eso que llaman la ética de la medicina, la ética de la abogacía, de quienes hacen contaduría pública y de eso que llaman la ética periodística, aunque en realidad hablamos de valores deontológicos de esas profesiones.

Este fin de semana falleció uno de los grandes referentes del periodismo iberoamericano que ayudó a miles de periodistas a entender de una manera sencilla cuáles son esos principios éticos que debemos tener las y los periodistas para hacer nuestro trabajo.

El colombiano Javier Darío Restrepo puso luz en muchas rutas del periodismo moderno.

No es que haya encontrado el hilo negro de las cosas, más bien nos ayudó a reflexionarlas y entenderlas en su forma más sencilla.

Conceptos que ya sabíamos, pero vistos de manera contundente y por eso debemos mantener su legado.

Nos ayudó a ratificar por qué no es correcto que las y los periodistas reciban dinero público como complemento de sus percepciones salariales ni ningún otro tipo de favor en económico o en especie de parte de nadie.

Que el trabajo de las y los periodistas es ante todo un servicio público y que por lo tanto no tenemos porqué falsear o manipular la información, manejarla de manera tendenciosa ni mucho menos pretender utilizar a nuestras fuentes para nuestros intereses personales.

Los valores éticos compartidos por Javier Darío Restrepo han servido para formar observatorios éticos en toda América Latina que procuran no sólo vigilar el buen periodismo, sino también en encontrar las rutas adecuadas que nos acerquen con las audiencias.

 

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En nuestro país vale la pena buscar y leer mucho y siempre a Gerardo Albarrán de Alba (@saladeprensa), un periodista que es también un referente en lo que a deontología y derecho a la información se refiere. Ha sido defensor de las audiencias en medios públicos, actualmente en radio y TV de la Universidad de Guadalajara y de Radio Ibero de la Universidad Iberoamericana, pero también fue el primer defensor de las audiencias de una radio privada, que fue MVS.

 

* Periodista. Autor del «Manual de Autoprotección para Periodistas» y de la «Guía de Buenas Prácticas para la Cobertura Informativa sobre Violencia”.

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