
Omoa, Honduras.- Un acto irresponsable estuvo a punto de convertirse en tragedia la mañana de este lunes, cuando una bala perdida cayó dentro de una vivienda en la ciudad de Omoa.
El proyectil atravesó el techo y se incrustó en el comedor de la casa justo en el momento en que una mujer pasaba por el lugar. Por fortuna, la bala no la impactó, pero el incidente dejó a la familia conmocionada.
“Mi madre pudo haber muerto o terminado en un hospital. Gracias a la misericordia de Dios, no la tocó. Lloramos, pero de agradecimiento porque su fidelidad nos protegió”, relató un familiar en redes sociales, acompañado de un emotivo llamado a detener esta peligrosa práctica.
Los disparos al aire, una acción aparentemente inofensiva para algunos, pueden resultar mortales. Las balas, al descender, alcanzan velocidades suficientes para causar graves heridas o incluso la muerte.
Las autoridades y ciudadanos reiteran su llamado urgente a la conciencia: disparar al aire no es una celebración, es un riesgo que puede arrebatar vidas inocentes. En este caso, la suerte evitó una tragedia, pero no siempre será así.
